jueves, 5 de octubre de 2017

Animales

Seamos como animales, sin dios, patria, ni banderas. Seamos como animales, sin guerras y sin fronteras. Cuidemos de la manada, del nido, la madriguera... Seamos esa alborada de sol, de luna, de esfera. Lamamos nuestras heridas con nuestro alma de salvaje. Somos fuego, agua y viento, somos montaña y ladera. Seamos pues, animales, sin dios, patria, ni bandera.

miércoles, 30 de marzo de 2016

Los hijos del olivo


No se abren los mares para quien vive ahogado,

aún menos, para quien muere antes de nacer.

Herencia de un dolor nativo, la Nakba congénita por imposición,

a los pies de los caballos. A punta de fusil.

 

No hay letras, ni ciencias, ni artes, ni recreo,
para los hijos del olivo,

sin gases de Sión, sin patada ni empujón, sin insultos,

sin codo roto, sin apuestas apuntándole a una sien. 

 

El futuro ya pasó por el infierno. El paraíso simplemente,

es llegar a ver amanecer mañana; y el alba, es borrada constantemente,

como borrada queda la sonrisa de una madre huérfana de hijos.

 

No hay trigo para la paz, ni pan para el granjero,

el agua con piel de tifus riega la sed y sus pastos,

y el más que vasto serpenteo de un muro de hormigón arrastra a la fuerza,

-con el silencio como cómplice-

 a las almas ignoradas, por el ojo que no todo lo quiere ver,

al eco de holocaustos de otras guerras, amparo, concesión y potestad

para autoproclamarse juez y gatillo inventándose al enemigo.

 

Un asteroide gigante sobre un charco en el desierto.

Una frontera en el corazón de cada soldado, una frontera,

como elemento constitutivo en los poros del ciudadano.

Casas rojas en ciudades blancas. Omisión por interés. Vergüenza.

No se abren los mares para quien vive ahogado,

aún menos, para quien muere antes de nacer.

No hay luz a plena luz del día, no hay noche para quien solo desea descanso.

No hay hambre dentro de las piedras, ni sed que las detenga.

¿Y qué es lo que hay? Se preguntarán.

 
Hay una verdad albergada en el dolor, el pensamiento radical que es la razón
 
y el deber de la historia en no ocultarlo. El canto del poeta que murió dibujando
 
en el cielo de su pueblo una palabra; Resistencia.
 
 
 
 
 
 
 
 

martes, 15 de marzo de 2016

Orilla y danza


Una orilla que divisa
el baile siempre dispuesto
a mostrarnos, con lo puesto,
la luz del alma nodriza.

Una orilla que se acerca
con las piernas de sirenas
que esperan desde la arena
cantares de un agua fresca.

Se suma la suavidad
entre violines y espuma,
y aleteos de esperanza.

Es cuando se alcanza el mar,
incluso,si es con su bruma,
donde se muestra la danza.
 

domingo, 28 de febrero de 2016

Aún en vida

Cuando todo muera
yo seguiré aquí
esperando

Abstracto
Inédito
Súbito


Haciéndolo
como el sol jamás
lo conseguirá en vida

Vigente
Ecuánime
Níveo

Llegará el instante
donde será el mar
maestro en vuelo

Rasante
Telúrico
Póstumo

Seguiremos
queriendo esperar
cuando todo muera

Absurdos
Neófitos
Lázaros.

domingo, 31 de enero de 2016

Inexsis/insistencia

Cuando un Yo, grita Nosotros;
Cuando un luego, sería ahora;
Cuando Tú, dijiste ellos,
Cuando el río llora, se ahoga;

Cuándo la orilla no sufre;
Cuándo llamó la experiencia;
Cuándo el tiempo se hace tiempo;
Cuándo el amor sólo es ciencia;

Cuanto más tengo, me pierdo;
Cuanto más pobre, más cierto;
Cuanto menos, por derecho;

Cuánto nos cuesta lo eterno;
Cuántas estrellas se paran;
Cuando insiste el movimiento.

Actuación

Como un chirrido de puerta
en el verso del poeta,
-silencio que escucha todo
mientras se cruza la ofensa-

Como el golpe que se cierra
al canto de los cristales,
-afonía que mira antes
de entrar a ciertos portales-

Como la rima difusa.
Como exabrupto vigente.
Como si nada doliese.

Chirridos durante noches
pasajeras sin billete.
¿Chirría tu subconsciente?

domingo, 10 de enero de 2016

Silencio


El silencio, tan cayado,
tan pastor y tan ganado.
El silencio es ese poyo
donde quedarse sentado.

El silencio es una baca
donde la nota destaca.
El silencio, tan rivera,
tan arroyo y tan butaca.

El silencio es una savia
tan lejana de la rabia,
que directa a la corteza

su cauce apura su labia.
El silencio abita cabos
que sujetan la certeza.